1. La primera ceremonia se celebró el sábado. En el precolombino santuario de Tiahuanaco, Evo fue ungido máxima autoridad india del país, un acto sin precedentes y cargado de simbolismo. Vestido con un unku (túnica) y un lluku (gorro cuadrado) Morales recibió del sacerdote andino una réplica del bastón de mando tiahuanacota, en presencia de decenas de miles de personas, en su mayoría campesinos aimaras.
2. La segunda ceremonia fue el acto oficial de investidura y se hizo el domingo en la capital boliviana, La Paz.
Al mediodía, la Mesa del Parlamento presenció el juramento de Evo Morales ante una mesa presidida por una Biblia, dos velones consagrados y la correspondiente banda presidencial, tricolor, como la bandera del país. El vicepresidente Álvaro García Linera le preguntó: "¿Jura usted por Dios o por la creencia o convicción que profesa?"; a lo que le contestó con el puño izquierdo en alto y la mano derecha en el corazón "sí, juro".
Se le entregó el bastón de Mando y el Collar del Cóndor de los Andes.
Luego Morales pidió un minuto de silencio por los indígenas caídos.
Después hizo su primer discurso como presidente de Bolivia.
A continuación estrenó su despacho para ser investido como comandante supremo de las Fuerzas Armadas.
Por último, desde el balcón del Palacio de Gobierno, presenció la rendición de honores y desfile que hizo el ejército.
En el Parlamento estaban presentes todos los presidentes de América Latina, lo cual es un hecho sin precedentes, además del presidente de Eslovenia, el Príncipe Felipe -como representante de España- y el subsecretario de Estado para asuntos de Latinoamérica, Thomas A. Shannon, enviado de Estados Unidos.
3. El tercer acto, y último de la ceremonia de investidura, fue el paseo desde el Palacio Presidencial hasta la plaza de los Héroes, donde le esperaban cientos de miles de bolivianos, engalanados con sus trajes andinos multicolores. Desde una tarima donde se situaron las autoridades invitadas, Evo disfrutó de cantos y ritos indígenas de celebración.
Representación Española
El Príncipe de Asturias representaba a España en la toma de posesión del nuevo presidente de Bolivia por lo que tuvo una agenda muy apretada todo el fin de semana:
A su llegada al Aeropuerto Internacional de "El Alto" de La Paz, el sábado, Don Felipe fue recibido por el embajador de España en Bolivia, Francisco Montalbán, y el Director de Ceremonial del Estado de Bolivia, René Gallardo. Seguidamente, fue saludado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, Armando Loaiza.
Tras la ceremonia de honores, en la que se interpretaron los himnos de Bolivia y España, y la revista de tropas a una unidad del Regimiento Colorados de Bolivia, el Alcalde de La Paz, Juan del Granado, le entregó la Llave de Oro de la ciudad, haciendo otro tanto Fanor Nava, Burgomaestre de El Alto -municipio que alberga el Aeropuerto- con las Llaves de esta localidad.
Una vez concluido el recibimiento, el Príncipe se trasladó al Palacio de Gobierno, el Palacio Quemado, donde se entrevistó con el presidente saliente, Eduardo Rodríguez, a quien entregó una carta del Rey, agradeciéndole su hospitalidad y felicitándole por su trabajo durante su gobierno de transición, que desembocó en las elecciones del 18 de diciembre, en las que resultó vencedor Evo Morales.
Posteriormente, asistió al Palacio de Gobierno donde se celebró recepción oficial de bienvenida a los invitados a la investidura presidencial.
El domingo, estuvo en la ceremonia de transmisión del mando presidencial en el Congreso Nacional de Bolivia junto al resto de invitados.
Una vez concluida, el Príncipe y el resto de Jefes de Estado se trasladaron a través de la Plaza de Murillo al Palacio de Gobierno, y saludaron a los allí congregados desde el balcón del Salón Rojo.
Posteriormente tuvo lugar una reunión entre Don Felipe y el Presidente boliviano, en la que el Heredero de la Corona le hizo entrega de una misiva del Rey.
Fotografías
Toma de Posesión del Presidente de Uruguay
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