Hoy estuve en un acto que fue totalmente correcto desde el punto de vista protocolario, pero algo fallaba. ¿Adivinan qué?
Pues fallaba la presidencia, pero la culpa no era del jefe de protocolo encargado del acto, sino de las autoridades sentadas en ella.
Todas, absolutamente todas, con su lenguaje corporal, decían a los invitados que aquel acto era muy aburrido, poco interesante y que no deseaban estar participando en él. Uno no puede estar en una presidencia de brazos cruzados, pero eso es lo que vi hoy. Hasta el anfitrión se cruzaba de brazos mientras que la única autoridad que se diferenciaba por no cruzar los brazos apoyaba su cabeza en su mano izquierda.
Pero lo peor no era que escuchaban las intervenciones de la mesa presidencial en semejante postura, sino que cuando hablaba cada uno seguían conservando la postura de brazos cruzados o de cabeza apoyada en mano.
Todo un ejemplo de lo que no se debe hacer en un acto o en cualquier actividad social con público presente, auténtica mal educación, falta de respeto y descortesía hacia los invitados y miembros de la mesa presidencial.
Nuestro cuerpo comunica siempre y de forma veraz a los que nos rodean, así que cuidemos el lenguaje corporal para mejorar nuestra comunicación oral y nuestra imagen personal.
Lenguaje de los ojos
Bibliografía de Comunicación Corporal
Comunicación Visual
No hay comentarios:
Publicar un comentario