Castigo a la libertad de expresión de los blogueros

Leer ayer a Casimiro López ha sido lamentable. En su entrada titulada "Ten cuidado con lo que escribes" nos enteramos de una situación bochornosa e inadmisible en este supuesto Estado de derecho democrático y constitucional.
Casimiro López es autor desde hace más de un año de un blog llamado Comunicación Institucional en el que habla sobre la comunicación institucional y además se comentan algunos temas relacionados con la ANPAP, la Asociación Nacional de Periodistas de la Administración Pública.
Pero resulta que hablar de comunicación institucional, basada principalmente en la del gobierno central, debido a su larga experiencia como periodista ministerial, parece no gustarle a ciertas personas afines al poder.
Estas son algunas de las frases destacadas que explican mejor los hechos:

"Han ido llegando a mis oídos ciertas informaciones (como es lógico no diré de donde llegan las fuentes) que me han puesto, como mínimo, algo preocupado y, lo máximo, incapaz de escribir línea alguna. He tenido sospechas, pero ahora se han vuelto indicios reales.
Parece ser que algunos de mis posts no han caído bien en las esferas de la comunicación institucional de este país. No existe un punto central, y sí diversos “estrategas” de la comunicación que han decidido señalarme con el dedo de forma acusatoria sobre los temas que expongo en este humilde y poco “influyente” blog.
Escribir y que todos estén de acuerdo no suele ser muy frecuente, una premisa que estoy dispuesto a asumir. Sin embargo, escribir sobre temas relacionados con la comunicación institucional de las administraciones públicas, las “singularidades” del trabajo de los DirComs institucionales, y, sobre todo, reclamar a los “gestores” elegidos por el pueblo que tomen las medidas adecuadas para que la información pública no sea moneda de cambio política, parece que no resulta agradable para algunos.
Todavía no he recibido avisos concretos, pero sí ciertos comentarios como “ten cuidado con lo que escribes”, y algún que otro dudoso “gesto” en mi puesto de trabajo. Puede que todo sea una densa niebla que no me deja ver la realidad, y quizás que todo sea producto de mi imaginación... pero de lo que sí tengo certeza es de lo que oigo y veo. A estas alturas de mi vida los indicios y rumores suelen ser la antesala de la noticia, y si uno trabaja en la Administración, tarde o temprano, consigue enterarse de lo que ha sucedido.
No quiero pensar que tras 30 años de democracia escribir sobre las carencias de la administración pública en el ámbito de la comunicación institucional está vetado. Mal camino llevan quienes crean que por tener un puesto de responsabilidad otorgado a dedo se consideren todopoderosos señores del bien y el mal."

Desde aquí queremos solidarizarnos con Casimiro y le animamos a continuar escribiendo en su magnífico blog. Un blog que nunca faltó el respeto a nadie, ni dijo información reservada, pero que sí muestra la verdadera situación de los departamentos de prensa de la administración pública; unos departamentos que desgraciadamente no cumplen correctamente con sus funciones de comunicar a los ciudadanos por culpa de sus jefes que sólo buscan difundir propaganda.