Y una vez más compruebo que la gran mayoría de periodistas, aunque no todos donde me incluyo, siguen sin comprender el protocolo.
Juan Varela escribe lo siguiente:
"A estas horas acaba en el Palacio Real la recepción de los Reyes a las autoridades con motivo de la Fiesta Nacional del 12 de octubre. Y como cada vez que se realizan este tipo de actos surge una pequeña polémica entre periodistas por las exigencias del protocolo.
El de hoy exige vestido de corto a las mujeres, el conocido como cóctel, dado que la recepción está prevista para la una de la tarde. Como de costumbre, los pantalones están prohibidos, y a muchas periodistas les parece a estas alturas un anacronismo que se les invite a vestir un traje de falda.
Dos ministras se saltaron el protocolo y enfundaron sus piernas en la prenda unisex: la de Vivienda, María Antonia Trujillo, y Elena Espinosa, de Agricultura y Pesca. También un grupillo de periodistas hicieron oídos sordos a la nota de Zarzuela.
Los hombres deben acudir con traje y corbata oscura. Un atuendo más habitual y socorrido.
¿Tienen sentido hoy en día estas normas?
Muchos defienden la necesidad de que los periodistas se atengan a las normas de los actos que cubren. Otros creen que se deberían relajar y limitarse a pedir ropa adecuada, sin mayores exigencias.
Bastantes se quejan de la vuelta al protocolo que se ha producido en los últimos años y demandan que se separen estas exigencias de la organización de las coberturas realizada por los gabinetes de comunicación.
No se entiende que en tribunas de prensa alejadas de los personajes y autoridades se exijan normas de vestimenta que casi todos aceptan cuando la prensa puede acercarse o mezclarse con invitados y asistentes.
Pero no es menos cierto que en los últimos tiempos el atuendo inadecuado de algunos periodistas, y especialmente de los fotógrafos (que andan más cargados y apresurados), ha llevado a recelar de su presencia y a volver a marcar normas estrictas de atuendo para cubrir los actos oficiales e institucionales.
Un debate abierto."
Lamento decirte, Juan, que esas normas tienen muchísimo sentido hoy en día y que el debate está más que cerrado si se usa la lógica, pero los periodistas españoles están empeñados en mantenerlo abierto con tal de usar los pantalones vaqueros y las zapatillas de deporte a cualquier hora del día en cualquier lugar.
Para empezar todo esto es cuestión de vestimenta, no de protocolo, por lo que hay que hablar de "Etiqueta".
Después hay que señalar que los pantalones sí están admitidos en este tipo de acto si es que la mujer viste un traje pantalón. A los periodistas es muy raro que los inviten a actos de gala o gran gala donde las mujeres sí tendrían que llevar obligatoriamente vestidos, o en su defecto faldas, para no hacer el rídiculo ante los demás invitados al acto. Pero este acto, tanto la asistencia a la celebración de la Fiesta Nacional como a la Recepción, pedía asistir con Vestido corto, no Vestido de Gala ni de Gran Gala.
Por cierto, no se pedía asistir con vestido de cóctel por que ese sólo se viste a partir de las 6 de la tarde.
Si a una mujer le dicen que ha de asistir de vestido corto debe entender lo siguiente: puede ir con un vestido corto, puede ir con un traje chaqueta o puede ir con un traje pantalón. Por lo que eso de que las periodistas no pueden llevar pantalones es mentira.
Bien, en cuanto a la defensa de la necesidad de que los periodistas se atengan a las normas de los actos que cubren, hay que decir que eso es lo correcto y lógico, porque todos sabemos lo que sucede si se permite que los periodistas se relajen; un desastre visual que rompe con la armonía del acto a celebrar estropeándolo. Y no es excusa alguna que la prensa no se mezcle con los invitados porque si a un acto hay que asistir bien vestido, que no ir vestido de "Gala", pues se va. Lo que pasa es que los periodistas parecen tenerle aversión a la ropa de vestir y sólo parecen querer usar ropa deportiva o casual.
Aunque en verdad el gran problema que hay son los cámaras y fotógrafos que son los más desaliñados, y también los más sufridos por las prisas, el peso de los equipos y su asistencia a muy diferentes lugares en la misma jornada.
Pero si hay que asistir a ciertos actos oficiales, hay que tener un poco de respeto hacia uno mismo y hacia el acto.
Si se quiere profundizar en el tema hay varios libros pero destacaría:
Protocolo y comunicación, de Marín Calahorro; y La comunicación en el protocolo, de Herrero y de Fuente.
Traje corto, no Vestido corto
Invitaciones y etiqueta
Bibliografía
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