Brasil tiene, desde el 9 de marzo de 1972, un Decreto que regula el protocolo oficial.
Es el Decreto 70.274, llamado "Normas do cerimonial público e a ordem geral de precedência de Brasil".
Este decreto es muy curioso ya que contiene la legislación de protocolo de Brasil en una misma y única ley, cosa imposible hasta la fecha en España.
Los artículos más curiosos son los referidos a la "Bandeira", la bandera, y al "Traje", la vestimenta.
Como ejemplo cito los siguientes:
Art. 22 - A Bandeira Nacional pode ser usada em todas as manifestações do sentimento patriótico dos brasileiros, de caráter oficial ou particular.
Art. 49 - O traje das cerimônias de posse será estabelecido pelo Chefe do Cerimonial, após consulta ao Presidente da República.
Este Decreto es muy diferente a los Reales Decretos de España sobre protocolo.
La primera diferencia es que, lo que llaman en Brasil ceremonial, aquí se denomina protocolo.
Otra diferencia importante es la reglamentación legal de todos los actos oficiales, actos que en España se organizan según la tradición y costumbre.
Esa reglamentación de casi todo, facilita en gran medida la organización de actos, ya que se contempla en la norma un gran número de elementos necesarios a la hora de celebrarlos como: el lugar donde realizarlo, la titularidad del organizador, la ordenación de las personas, el uso de banderas, la vestimenta, las condecoraciones y otros símbolos, la presencia del consorte, el empleo de coches oficiales, el guión básico de la ceremonia, la estética y redacción de las invitaciones, ...
Otra diferencia es que en España tenemos muchas leyes que afectan al protocolo mientras que en Brasil sólo ésta.
Pero también tiene parecidos al protocolo español. Su ordenamiento de precedencias se parece mucho a la norma más importante del protocolo en España, el Real Decreto 2099/1983 donde se recoge el Ordenamiento General de Precedencias.
Y también destaca su parecido a la hora de clasificar actos en función de si se celebran en la capital del país o en las provincias.
Es más, si se analiza este decreto basileño junto a las normas portuguesas de protocolo y las españolas, podríamos decir que España y Brasil se parecen mucho más en cuestiones protocolarias que España y Portugal, aunque parezca raro.
Como conclusión, hay que decir que la norma de ceremonial brasileño facilita en gran medida la celebración de actos oficiales mientras que en España la legislación vigente la dificulta muchísimo más.
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