A continuación la totalidad del texto de Ferrán:
La base de todo Social Media es que tiene que ser una herramienta para construir una reputación, un prestigio personal. Ser alguien en una comunidad.
Es una necesidad universal, base de nuestra sociedad, por lo que forma parte del ser humano y siempre existirá. Lo que planteo aquí es la pregunta ¿qué herramienta se usará para construirla?
Los blogs lo intentaban a través de la creación de sesudos posts, siendo el primero en informar de la más rabiosa novedad o la más desconocida realidad. Pero exigían mucho esfuerzo, un buen post es además una hora de trabajo, además de partir de una buena idea o de un conocimiento especial sobre un tema.
En definitiva: no es popular porque no es común poder dedicar tanto esfuerzo ni tener el suficiente grado de control sobre la actividad.
Inicialmente sí parecía ser popular, pero eso era porque bastante gente lo usaba para comunicarse con la familia y amigos. Por otro lado porque aparecieron los blogs profesionales de información, como revistas pero con una capacidad inmediata de publicación de novedades, con la ventaja de que no eran periodistas (genérico) sino amateurs apasionados con el tema (desde jardinería a ordenadores pasando por cualquier otro tema).
Pero no, realmente los blogs no estaban destinados a ser populares desde el punto de vista de los creadores. Sí quizá desde el punto de vista de lectores, son una fenomenal forma de información. Pero no sirven para que el gran público pueda crearse la reputación personal que buscan.
Twitter. Twitter venía a hacerlo fácil. No hace falta ser un gran creador de contenido, eso es algo difícil y poco común. Sólo hace falta ser una persona capaz de recomendar información interesante sobre un tema. Son dos puntos importantes: ya no hace falta crear contenido, basta con seleccionarlo recomendarlo; y hay que especializarse en un tema, no tendremos suficientes seguidores si nos dispersamos, la gente quiere de nosotros una imagen única, ser referencia para una cosa, y eso es lo que hay que darles.
Además twitter no requiere mucho tiempo: un minuto o dos, y listo.
Foursquare sigue la misma mismita lógica: quiero ser popular. Para ello voy marcando los sitios a los que voy, publico un breve comentario sobre el lugar y la gente sigue mis recomendaciones. Sí, es un enfoque peor que el de Twitter, pero es un complemento interesante porque ya ni siquiera hace falta pensar en nada, leer o recomendar algo (lo que requiere cierta capacidad de análisis para que lo recomendado sea de calidad) basta con ir, con estar en un lugar, y hacer click. El esfuerzo es cada vez menor, luego las posibilidades de ser una herramienta para el gran público son mayores.
Facebook… es más allá de nuestros amigos. Va de cuántos amigos coleccionamos. Al final eso también tiene un interés limitado… y al final acaba siendo una herramienta para ver fotos de amigos, publicar las nuestras… y presumir de qué populares somos. Se publican fotos para presumir, y presumir es la expresión del deseo de gozar de reconocimiento, de reputación, de prestigio personal. Es por tanto una herramienta para crear relaciones personales (ligar) porque a fin de cuentas, el deseo de contar con una reputación personal tiene como objetivo conseguir una pareja ‘de calidad’. El más popular o la más popular tiene más atractivo, luego atrae a más candidatos para ser su pareja.
¿parece descabellado? Eso es porque no ves Gran Hermano. La vida misma es una carrera (especialmente en la juventud, hasta eso de los ventialgo) para conseguir atributos que permitan cierta popularidad social, que potencien el atractivo del individuo para, en última instancia, poder conseguir una mejor pareja. Forma parte por tanto de nuestro instinto más primitivo.
El ‘premio’ es un contador. En todas las plataformas de Social Media hay siempre un contador para ‘medir’ nuestra popularidad relativa. Y para incentivar a los usuarios a que compitan por más, viendo los contadores de los demás, por eso es importante que sean visibles para todos los usuarios. De esa forma satisfacemos nuestro instinto de crear y alimentar nuestra reputación social.
No es una reputación social única para todos, una sola escala. Va por áreas temáticas, por subgrupos, por ciudades o por países o idiomas. Pero es la base del funcionamiento del Social Media.
Son los friends de Facebook, followers de Twitter, lectores o visitas de un blog o Badges de Foursquare (incluida la de ‘Mayor’, el alcalde en inglés, de un lugar).
El Social Media del futuro tendrá que tener necesariamente uno de estos elementos de creación de Status, de reputación social. Es la principal motivación para participar. Somos humanos.
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