martes, mayo 09, 2006

El escenario

Alfredo Rodríguez habla en "El escenario, una breve reflexión" sobre el escenario.

Hay que señalar que todo acto necesita de un escenario por lo que este último es esencial.
Se debe estar siempre pendiente de la localización del acto, su mobiliario y su decoración.
No es lo mismo hacer una inauguración de una plaza pública que una cena oficial de un consistorio. Por eso hay que saber varias cosas, como por ejemplo: si el acto se celebrará en el exterior o en el interior, con presidencia sentada o de pie, con asisencia de público sentado o de pie, con símbolos oficiales o sin ellos, ...
Una vez que se sepan los datos básicos se elaborará una lista con los elementos necesarios para poder realizar el acto. (Mesas, sillas, atril, ...)
Después se puede decidir la decoración. (Ornamentación, colores, flores, reposteros, ...)

Todo ello deberá colocarse en la situación más idónea para lograr la mejor realización del acto y su lucimiento, pero primará la practicidad del escenario para el desarrollo del acto sobre la belleza de este.

Según Alfredo los escenarios deberían contemplar estas premisas básicas:

- Sencillez: el marco debe ser sencillo, sin pecar de austero. Es decir, no debe ser el protagonista ni restar protagonismo al desarrollo de la ceremonia en sí, pero debe contribuir a crear un espacio cercano a nuestros invitados y al público en general.
- Armonía: no debe desentonar con la ceremonia, sino realzar aquellos matices que contribuyan a dar la imagen debida.
- Diseño: con una cuidada gestión y ordenación de los espacios que permita alojarlos diversos acontecimientos y a los diferentes tipos de invitados como un conjunto global.

Y además, explica muy bien la moda actual de los escenarios.

"Así, no debe abusarse de la ornamentación, ni de los reposteros, banderas ni otros elementos de engalanamiento; tampoco deben usarse las flores como elemento decorativo masivo; lejos quedan los escenarios en que la imaginación no ha dado para más que para cubrir huecos a base de floreros. A veces, esos huecos sirven para agrandar espacios y dar un aire abierto y generalista a un escenario.
Tampoco se llevan los grandes atriles, de cuerpo de madera, sino más bien los pequeños, de acero o metacrilato, de cuerpo estilizado.
Los fondos oscuros y apelmazados dan paso a los murales de diseño, con un lema y un anagrama o un símbolo del acto en sí o de la institución que los organiza. Y, si la institución es oficial, quizá con las pertinentes banderas a la derecha del escenario principal (siempre he mantenido que, en un acto, todo es escenario, incluido el público, que forma parte de un conjunto).
Una mesa presidencial sencilla, sin tapetes, con cobertura frontal en la que, además, puede reflejarse el mural, siempre que, por algún motivo, se haya colocado uno en la parte posterior de la presidencia.
También está de moda la colocación de pantallas de plasma en lugares estratégicos para facilitar la visión más cercana del acto a todos los invitados. Incluso, en la presidencia, con pantallas empotradas en la mesa y con un cuidado diseño."

En definitiva, hay que prestar mucha atención al escenario de un acto y no se debe olvidar ningún detalle, incluida la moda del momento.


No hay comentarios:

Publicar un comentario