sábado, agosto 20, 2005

Protocolo en los toros. La Liturgia taurina

Los toros son la Fiesta nacional en España. Una Fiesta con un trasfondo ritual y religioso.
No hay nada más reglamentado en España que los toros. Para todo lo que pueda suceder hay una norma prevista, ya sea escrita o no, que conocen los toreros y los buenos aficionados (como el protocolo).

El protocolo, los ritos, las ceremonias son un conjunto de signos que constituyen un fenómeno comunicativo. Y la Fiesta de los toros lo es.

Es un arte que tiene su propio ceremonial demoninado Liturgia. Una misa se celebra gracias a una liturgia religiosa donde se hace un sacrificio simulado, en cambio en los toros la lidia y la muerte hacen del sacrificio algo verdadero, un sacrificio que nunca es repetitivo por la naturaleza salvaje del animal.

Según los aficionados el rito taurino va más allá. Para ellos es la representación de la historia del hombre, de la lucha entre la razón y la naturaleza, lucha limpia y cruel. Pura poseía, puro arte.

La Fiesta lo que busca es la emoción entre los que la practican y los que la contemplan.
Pero esa emoción está regida por unas normas, normas que proceden del S.XVI y han ido evolucionando porque la Tauromaquia es un arte vivo.



La corrida de toros de puede clasificar en tres tipos: a pie (la típica española), la caballeresca (el rejoneo) y el alarde popular. Pero el toreo de a pie a la española es lo más precioso.

El rito del toreo ya comienza fuera de la plaza, en el campo donde vive el toro privilegiadamente. Y desde que se escoge al toro para ser lidiado hasta que los toreros salen de la plaza, el ritual no finaliza.
Pero para explicar los pilares básicos de la liturgia hay que hacer una clasificación:

1.Antes de la lidia.
2.Durante la lidia.
3.Después de la lidia.

1. Solamente antes de la lidia hay que pensar en los toros, el traslado a los corrales, el sorteo, el “apartado”. Pero también hay que pensar en los toreros (todo aquel que se viste de luces, no sólo el matador) que están en vigilia, han de vestirse, visitar la capilla, ...

2.Durante la lidia es obligado pensar en el paseíllo, en los cambios de tercio, en la vuelta al ruedo, ...

3.Y después de la lidia hay que pensar en la salida a hombros, los aficionados, la vuelta al hotel, ...



Una corrida de toros es, en difinitiva, un acto con un guión rígidamente establecido. Tiene sus normas, sus usos y sus tradiciones centenarias. Toda la corrida está destinada a dar muerte al toro en favor de su bravura. Por ello todo es un homenaje al toro hecho por el torero.

En una corrida de toros la música, el silencio y el color cobran protagonismo y demuestran que el espectáculo es un arte.

La Fiesta de los toros es emoción.

Y, aunque a uno no le guste este espectáculo a causa de la muerte del toro, debería ver una corrida al menos una vez para apreciar la maravillosa liturgia taurina. Como siempre, mejor asistir a una plaza en persona que verlo por televisión. Y si se sienta al lado de un experto aficionado aproveche a escuchar lo que dice sobre el “protocolo taurino”, la plaza siempre discute.

Para profundizar más en el tema:
La liturgia taurina: protocolo, ritual y etiqueta en el mundo de los toros, de Alejando Pizarroso Quintero, Espasa, Madrid, 2000.

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