Quiero aprovechar la ocasión para recordar que, la Asociación Española de Protocolo, constituida en 1992, en su artículo primero establece que la “primera finalidad de la asociación es la de agrupar a profesionales vinculados al mundo de la organización de actos, protocolo, ceremonial y las tradicionalmente definidas como disciplinas auxiliares”.
En definitiva, una asociación que trata de aglutinar los intereses e inquietudes de todos sus miembros y de defender sus derechos. Creo que todos perseguimos un objetivo común: el reconocimiento de nuestra profesión.
Para la consecución de este logro es necesario superar todas las dificultades denunciadas en el Congreso y que desde 1992 ya vienen recogidas en el artículo 4º de los Estatutos de la Asociación y cito textualmente. “la Asociación Española de Protocolo promoverá ante la Administración las medidas oportunas que regulen el acceso a la profesión y a sus diferentes categorías, el reconocimiento de los estudios idóneos para el ejercicio de las actividades que afecten a su ámbito y la denuncia ante el intrusismo profesional”. Y, repito, la Asociación Española de Protocolo.
Permitidme que recoja aquí el mensaje que Carlos Fuente ha escrito en el Foro de la Profesión “... lo mejor que se puede hacer ahora es pedir a la Asociación Española de Protocolo que desarrolle sus estatutos sobre la creación del carné profesional, para que puedan acceder al mismo aquellos que verdaderamente pueden considerarse profesionales...”.
La figura del carné profesional viene recogida y regulada en el Título IV de los Estatutos de la Asociación Española de Protocolo, que prevé en su artículo 61: “La AEP por los presentes estatutos crea el carné de profesional de Protocolo y Gestor de Eventos. Se trata de un documento de estricto reconocimiento profesional ...“ y en ese mismo artículo sigue diciendo “...así como la regulación oficial del acceso a la profesión y la posible creación de un Colegio Profesional, cuya filiación sea requisito indispensable para el ejercicio profesional.”
En nuestra opinión, la creación de un colegio profesional necesariamente irá acompañada de la existencia de un título oficial, cuya denominación, y de nuevo vuelvo a coincidir con Carlos Fuente, nada tendrá que ver ni con el periodismo, ni con la publicidad, ni con las relaciones públicas, a pesar de tratarse de disciplinas afines. Creo que para alcanzar cada uno de estos objetivos del todo necesarios, es imprescindible continuar juntos y digo juntos, avalados por la Asociación Española de Protocolo la única legitimada para llevar a cabo este proceso. Hago mía la propuesta de Manuela Suárez Pinilla, de crear, dentro de la A.E.P., una sección profesional que se responsabilice del camino a seguir, dentro de los nuevos planes de estudio universitarios según el modelo de Bolonia, para conseguir el reconocimiento oficial de los estudios de Protocolo, y el encaje de esta formación dentro de las titulaciones nacidas del espacio Europeo de Enseñanza Superior.
La situación actual de la profesión y el auge del Protocolo en el mercado laboral hace que nos planteemos el momento actual como determinante para llevar a cabo esta profesionalización.
Las compañías saben que el protocolo les va permitir desarrollar un estilo propio y único, que haga que sus empresas se diferencien de sus competidores, bien a través de su marca o de su logotipo o de la imagen de sus directivos o de la opinión de sus trabajadores. Las empresas valoran cada día más la incorporación en sus organigramas de un buen profesional de Protocolo. El mundo empresarial tiene muy claro el concepto de calidad, saben que sólo así van a conseguir que su cuenta de resultados mejore y que esa mejora mantenga una continuidad. No se trata de actuaciones puntuales, se trata del día a día.
“El Protocolo está de moda”, apelemos a la sensatez para no caer en este engaño; no hablamos de moda, hablamos de Profesionalidad, hablamos de rigor, hablamos de calidad, hablamos de resultados, hablamos de éxito de futuro.... No cabe mayor reconocimiento de la comunidad profesional que la que en su ámbito se desarrolla. Por todo ello dejadme insistir, la Asociación es nuestra, de todos y sólo asociándonos conseguiremos alcanzar las metas que nuestros queridos antecesores se plantearon hace años.
Diario del VII Congreso Internacional de Protocolo
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